9/26/2006

El Análisis de Antares

¿Quién es el culpable?

En estos tiempos políticos difíciles, ocurren cosas increíbles. Hay un dicho que dice que "a río revuelto, ganancia de pescadores".Resulta que Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en el culpable favorito de muchas gentes. Según algunas personas, la crisis política que hoy se vive ha sido desatada porque el Peje no se resigna a perder o porque puso un plantón en Reforma. La gente no quiere a Felipe Calderón, por culpa del Peje.Más aún, el Peje ha intervenido en Atenco y en Oaxaca para desestabilizar al gobierno de buena voluntad de Fox. Le impidió la lectura de su informe y además tuvo que irse a dar el grito a Dolores. El Peje es el diablo.Estos son los argumentos vendidos la radio y la televisión. Algunos pseudocomunicadores se han encargado de difundir versiones fantásticas como estas: Ferriz de Con, López Dóriga y Jorge Fernández.Nada más alejado de la realidad. Los problemas de Calderón y de Fox han sido originados por ellos mismos y por sus jefes.¿Qué pasa si hacemos de cuenta que Andrés Manuel López Obrador se resignó a perder y avaló a Calderón? ¿En qué le ayudaría eso al presidente legalmente electo? Hagamos un análisis de la situación:
Elba Esther Gordillo está cobrando su factura y ya anunció que "está dispuesta a colaborar en el gabinete". Su cachorro, Roberto Campa, ya dijo que eso sería excelente.
Los panistas tradicionales no quieren a la Gordillo en el gabinete y exigen que se privilegie a los militantes del partido.
El Yunque, a través de Espino, ha recordado a Calderón que tiene que cumplirles, porque ellos le ayudaron a llegar.
Fox no quiere a Calderón, pero lo presiona para que le cubra las espaldas en los asuntos de su señora y sus hijos.
El Consejo Coordinador Empresarial está ya planeando el asunto de la privatización de los energéticos, porque ese fue el acuerdo para que ellos se arriesgaran a apoyar su candidatura.
Hay un conflicto gravísimo en Oaxaca. La violencia está desatada por todo el país.
Los ojos internacionales están puestos en la reacción que tendrá Calderón hacia sus adversarios y hacia el pueblo insurrecto del sur.
Calderón tiene una notoria falta de carácter, que lo lleva fácilmente a salirse de sus casillas y lanzar bravatas, de las que luego debe arrepentirse.
Cada día hay más pobres y cada vez hay más conciencia de ello.
Hay un congreso dividido.
Por último, la gente no lo quiere y por ello no puede salir a la calle o presentarse en público. Utilizando una campaña negra, sembró odio que ahora se le revierte.
Hasta aquí, Andrés Manuel no tiene nada que ver.
Entonces, ¿Cómo pretende gobernar Calderón? ¿Cómo pretende asumir el poder en diciembre?
Las cosas se ven obscuras para el nuevo mandatario impuesto.

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