12/19/2006

TENGA PA QUE APRENDA¡¡¡

Respuesta a Krauze: las caricaturas no hacen llorar

Leí con atención sus comentarios a mi artículo "Todos somos mesías tropicales" (La Jornada, 15/12/06). Si mi interpretación es una caricatura, como usted dice, ¿por qué se tomó la molestia de responderla? Las caricaturas no hacen llorar ni quitan el sueño. Lo central no es el sustantivo (mesías) ni el adjetivo (tropical), sino el ensamble de ambos convertido, según usted, en un coctel explosivo contra la democracia, en una versión sofisticada del "López Obrador es un peligro para México".

Lo sustancial de mi crítica a su ensayo (Letras Libres, número 90, junio de 2006) es mi frontal cuestionamiento a la validez intelectual de su texto. ¿Porqué un historiador de su categoría prefirió, en lo más álgido de la contienda electoral, construir un retrato sicológico y biográfico del candidato socialdemócrata, en vez de realizar una crítica contundente de su ideario y propuestas políticas? ¿Abonó algo su ensayo a un debate real, necesitado como nunca, entre los planteamientos de derecha y el pensamiento de izquierda o, por el contrario, fue una pieza más de la guerra, políticamente inmoral, de descalificación personal?

El problema no es la pasión (sea tropical, templada o fría), sino la falaz afirmación de que las "pasiones tempestuosas", "la voz de la selva", el "alma africana", engendraron en Tabasco un candidato mesiánico. Con ello recurrió a uno de los innumerables fantasmas que atemorizan a las elites sociales, económicas y culturales del país (y del mundo). Un "tropismo histórico", que tuvo su origen en la mitología construida por las sociedades europeas, siglos atrás, acerca de las remotas e inexpugnables regiones tropicales. Su ensayo no fortaleció el pensamiento crítico y objetivo de los electores, sino que se convirtió en una obra sofisticada de manipulación subliminal al mover resortes profundos en las minorías urbanas, opulentas y templadas del país.

La sospecha de que su ensayo alimentó, no aminoró, la crispación ideológica se vio acrecentada por el hecho de que su texto fue desusadamente difundido y reproducido por los medios masivos (monopólicos) y utilizado como propaganda política por el director de Banamex.

No tengo nada más que decir. Los lectores serán quienes decidan de qué lado está la objetividad y la congruencia, y quién inventa y caricaturiza. Mientras tanto, lamento la ausencia de pensadores de derecha con quienes debatir, seria y responsablemente, sobre el destino del país y del mundo (¿la derecha piensa o solamente avasalla, asusta y confunde?). ¿No deberíamos los intelectuales mexicanos estar discutiendo limpia y constructivamente temas cruciales, antes de que el país se haga pedazos?

Atentamente:
Víctor M. Toledo
P.D. Jamás he pensado o sentido que quienes me citan incluyendo mi segundo apellido lo hacen con una intención racista. No obstante, comprendo su suspicacia y le informo que tiene usted en el mundo siete homónimos.

No hay comentarios.: